Pozole, el platillo tricolor mexicano
Cuando hablamos de comida mexicana muchas personas lo asocian a nuestras fiestas patrias y de igual forma a nuestra identidad nacional por los colores que sus ingredientes forman, con el verde, blanco y rojo. Al igual que el chile en nogada, la historia del pozole nada tiene que ver en sus orígenes con un tema patriótico, sino más bien ceremonial y de fiesta.
El pozole tiene su origen en la época prehispánica. Comencemos hablando del origen de su nombre; la palabra Pozole deriva de la original, “Pozolli”, que en náhuatl significa espuma, debido a que los granos de maíz grandes y blancos, cuando hierven, se abren como flor y hacen una abundante espuma. Ahora bien, no es cualquier maíz con el que se hace pozole, tiene que ser cacahuazintle y antiguamente se tenia que descabezar, es decir, se tenia que limpiar para que abriera y reventara al momento de cocerse con la carne.
El pozole de los indígenas prehispánicos llevaba carne humana, pero no porque los mesoamericanos fueran caníbales, sino porque como pueblos de cultura guerrera, y como parte de sus rituales religiosos, sacrificaban a los cautivos de guerra a sus dioses. Definitivamente, de esto hay importantes evidencias como las que se encuentran en los relatos de Fray Bernardino de Sahagún en su Historia General de las Cosas de la Nueva España, en las cuales cuenta como durante las fiestas en honor al Dios Xipe Tótec, que representaba la fertilidad y los sacrificios, al Emperador Moctezuma se le llevaba un plato de pozole en el que se veía el muslo de un joven sacrificado.
Sin embargo a pesar de la historia detrás de este platillo, en la actualidad el pozole se convirtió en un platillo emblemático que tiene distintas variedades; el blanco o verde que son típicos de Guerrero, o el rojo, popular en Jalisco y Sinaloa. El pozole tradicional se sirve en plato de barro para representar las raíces y favorecer su sabor; se prepara con lechuga, limón, cebolla picada, rodajas de rábano, chile piquín en polvo y el secreto mejor guardado: orégano molido. Aunque nada como poner unas hojitas secas en la palma de la mano y molerlas al frotarlas. Y claro, a un lado debe haber chicharrón de puerco, queso panela, aguacate, crema y tostadas.
En el tradicional jueves de pozole, honremos una de esas joyas prehispánicas que han sobrevivido el paso del tiempo y que nos dan identidad como nación. Sobre todo en estos tiempos de globalización, no perdamos la esencia de nuestras raíces y tradiciones.
Este platillo en la actualidad sigue siendo un platillo de fiesta que sirve para alimentar a muchos, por eso durante las fiestas patrias, Mayoreo Online sabe que la familia y la comunidad son muy importantes y por eso te ofrecemos los productos de calidad para tus platillos mexicanos.
Referencias bibliográficas:
García Escamilla, Enrique; Silva Galeana, Librado (2007). Diccionario del náhuatl en el español de México. Coordinación de Carlos Montemayor y colaboración de Enrique Rivas Paniagua (primera edición). México, DF: UNAM. p. 99.
Consejo Nacional para la cultura y las Artes (1983). Recetario mexicano del maíz. coordinación por María Esther Echeverría y Luz Elena Arroyo (segunda edición). México DF: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. pp. 126-132.
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